miércoles, 30 de abril de 2014

La musa desnuda

Cántame una nana. Hoy quiero dormirme en tu abrazo, en tus brazos de fino vello, en tu lomo recostada. Respírame, suave pero con ímpetu, que tu viento roce mi tímpano y logre la cosquilla; esa nuestra caricia secreta en las zonas de faz, allá donde más puro se siente la profundidad de los besos que se buscan y eclosionan cual huracán. Déjame una vez más comerte los ojos, por dios, una vez más, necesito hablarte con sinceridad. Muero por nuestro sexo y en tu arritmia, cuando controlé tu corazón, sentiste cuán fuerte podía ser el poder que ejerciese en ti.  Sin más, trataré de ser nada, de nadar naufragada, de tarzar hoy sin ti. Mas mañana...ayyy mañana que será lo que nos deparará. La hora de olvidarte es ya, pero no llega. Y yo mientras te sigo pensando, y todo esto sigue pesando.

domingo, 20 de abril de 2014

Happiness is fleeting

Hoy me he levantado feliz. No es un día extraño, ni especial. Es domingo y estoy sola en mi piso de Sevilla, ayer me dejaron tirada y hoy me dispongo a pasar el día en soledad acompañada simplemente de mi agradable compañía. Estoy escuchando un disco que se llama Iola, que me transmite una energía y unas ganas de vivir, de trabajar y sonreír que nadie es capaz de saber, nadie que no sea yo misma. Esta mañana, después de una intensa semana de sueños y de reflexión constante, mi bendita cabeza llega a esas conclusiones que desde hace tanto esperaba de ella. Pero estaba un poco débil (está comprobado, depresión post-erasmus según la encuesta a todos aquellos estudiantes que este año andan o reventados sin saber si quieren morir, o de continuación con dicha increíble vida) y, bueno chica, te lo perdono.
De todas las cosas nuevas que me he planteado este año, encuentro hoy respuestas que me hacen sentir bastante orgullosa de mí misma y que estoy segura que me ayudan a crecer como persona y a ser un poquitín más sabia, a tener algo más de experiencia. El año pasado fue el de ver, y absorber todo cual esponja; este es el de pensar y reflexionar sobre todo aquello que vi. Gracias a la vida por haberme hecho cruzarme en mi camino con esas personas; por otro lado echarle un poco la bronca por aquellas con las que no me dejó cruzarme al volverme a veces tan introvertida en mí misma (semanas sin apenas salir de mis cuatro paredes sólo nutriéndome de información por esta maldita pantalla).
Al fin y al cabo, los años pasan y descubres cómo eres, que simplemente has ido cambiando de amigos porque constantemente necesitas crecer. Y vas evolucionando a como realmente quieres, y aunque están esos que se conservan siempre, los demás van y vienen en un vaivén, porque así es la vida y nunca me dio pena, al revés; es una de las cosas más maravillosas que tiene...el conocer uno a todo el que pueda, todo lo que pueda. Sin esa visión no habría habido millones de días, tardes o noches loquísimas, para escribir una trilogía ya por lo menos...si es que la felicidad son momentos....Y a veces duran bastante.
Entiendo esta época como la transición, y es por ello que está siendo tan difícil. No obstante, día a día, comienza a atisbarse la luz al fondo del túnel. Y la luz brilla con una intensidad que me deja ciega. Menos mal que me quedarán los demás sentidos. Al final todo consiste en adaptarse a las curvas sin venirse abajo...

miércoles, 16 de abril de 2014

Y tú, tienes que ser tontita por lo menos

Época de transición. Cuando uno se quiere a sí mismo, la vida comienza a sonreírte. Cuando de repente sentías que nadie reparaba en tí, sorprendentemente, y como si de sabios o adivinos se tratase, todos comienzan a mirarte. Comienzan a comerte con la mirada, y aquellos que se fueron de repente vuelven, con el rabo entre las piernas, reclamando misericordia. Y no uno, ni dos, ni tres, sino alguno que otro más. Y tú sólo eres capaz de pensar...¿ahora? ¿ahora que he encontrado mi paz (la cual claramente no estaba cerca tuya) vienes a molestarme? Y, de forma inconsciente y sin ánimo de venganza, todos y cada uno de ellos son fustigados. Con el látigo de la indiferencia. Porque alguien me ayudó a darme cuenta de que eso que tantas veces creí como posible, eso que tantas veces la vida me demostró que no lo era, LO ES. Que puede existir el respeto máximo, que de hecho existe y tiene el nombre que nunca imaginé que tuviese, la apariencia y la altura a la que nunca aspiraría. Pero, al fin y al cabo, lo importante es lo importante para cada persona y el físico no es más que algo superfluo, que la verdadera conexión está en la mente y es que con tantos kilómetros separándonos yo siento descargas eléctricas que por supuesto él no siente. Y qué más da. Si lo que de verdad importa es que, ahora, sé que es posible. Y solamente puedo decirle, gracias por hacerme crecer desmesuradamente en cada conversación, en cada referencia, por ser mi ejemplo a seguir. Quizás el amor a primera vista no existe para mí, yo lo llamaría más amor a la primera palabra...

domingo, 6 de abril de 2014

hoy, otra vez. día demasié

Y aquí se halla, sin más, con la esperanza de no estar tan predestinada por alineaciones claves para aquel día a aquella hora. Aquí, pero a la vez en mil sitios más, con demasiadas aspiraciones y sueños, pero no tantos. La línea de la independencia senil casi ha sido sobrepasada. Y es que cuando el cuerpo necesita, la mente no está sana...y este alma necesita dejar atrás sus vicios. Y avanzar, ¿de qué sirve consolar y hacer sentir bien a alguien si al darse la vuelta empiezas a llorar pensando en tu vida? A veces pienso que la mente humana llega a ser tan inteligente que simplemente usa sus armas para obtener un fin. Quiere un proyecto magnífico, y sabe que para que mi mente de el máximo de sí debe estar así, rota, sin razón alguna, pero de la mierda y del sufrimiento es de donde salen las mayores maravillas, y eso es aquí y en Marte también. Pues si ves que eso, introduzca ou en mí alguna paranoya más, que ya puestos para hacer un Picasso prefiero un Dalí.