martes, 27 de diciembre de 2011

Las cosas cambian

Por detrás, en la más inmensa oscuridad, alguien me roza sutilmente. Llueve a cántaros y me estoy mojando, será la lluvia.
Me he propuesto no mirar hacia atrás, comienza a convertirse en un juego que me provoca adicción. Ahora parece que mil gotas de lluvia se han unido en una para acariciarme la espalda. Qué juguetona la lluvia, qué gusto mojarme y que me recorra toda la piel…
Me asusta pensar en el día que deje de llover, y tenga que girar la vista hacia atrás buscando una gotita de esperanza.

sábado, 3 de diciembre de 2011

SALIR

Había veces que sentía dentro una euforia extremadamente coqueta, que se interiorizaba tanto que por fuera solo quedaba una yo de esas de siempre, de esas que hacen como si nada le importara y el retembleque de sus piernas le ayudase a sacar todas esas preocupaciones hacia afuera en modo vibrador. Ayer me lo curré. No entiendo porqué volvió a suceder, porqué de nuevo fue otro fracaso, como los que vienen aconteciendo ya. Tampoco entiendo porqué lo considero un fracaso, cuando ocurrieron cosas bastante positivas que podrían hacerme sonreír. Pero como siempre me quedo con el resultado como reflejo del proceso, con esa mala práctica así voy, que como siga así acabo tirada por los suelos que me maten en un manicomio. No quiero seguir así. Por favor.