sábado, 20 de agosto de 2011

ufff

Estoy hasta el carajo yo creo que mis designios son otros totalmente opuestos a los que me pienso...

miércoles, 10 de agosto de 2011

inspir

Una margarita deshojada, colocada en la palma de su mano abierta, le provocó un estornudo al recobrar la consciencia que la noche le había arrebatado. Rápidamente y sin pensarlo dos veces, la arrojó al suelo,  desconcertada de una manera tremenda ante esa curiosa margarita muerta, escena principal de su despertar. No recordaba nada de la noche anterior, es más: había perdido muchos de sus recuerdos, tantos, que una desazón se apoderó de su cerebro y de repente creyó enloquecer. No era capaz de entender absolutamente nada, NADA. Todo pasó demasiado rápido y de repente se encontró enterrada bajo 3 metros de tierra dentro de un ataúd, y ahora si que no recordaba nada, es más, ni siquiera podía pensar. La pobre se había pasado el resto de la vida que le quedaba por vivir pensando en la margarita. Y ahora no era ella la única muerta, sino que había tres víctimas: un desplumado, un remitente continuo al pasado, y un cadáver lleno de pellejo y con las tetas más caídas que los huevetes de un anciano de 100 años. Así es como se solucionan los problemas, sí señor...
 "Caemos, repetimos, estamos presos..." "Y tú muerta, por gilipollas..."