¿Qué es un sueño sino la lucha del ilusionado por alcanzar la felicidad?
El sol aparecía al unísono con la melodía del "vámonos", pero siempre te has preguntado a dónde y ni siquiera haces de tripas corazón y cierras los ojos para no dejarte guiar por lo que ves sino por lo que sientes. La racionalidad ha crucificado lo poco de inhumano que existía en nuestras entrañas; las mías hoy están doloridas por haber sido víctimas de una irracional bendición. Y así podría doler hasta provocar un sentimiento de degolle. Si has olvidado hasta el porqué, nunca seas tan ruin de contestarte otra vez con autopreguntas. Hilo a hilo el telar va escribiendo la historia que arderá cuando las futuras tribus invadan el lugar secreto. Está tan escondido que no habrá escapatoria y todos perecerán, unos ardiendo en fuego y otros en placer. A otras se les quedará un regusto especial, tan atípico como real con capacidad de enajenación en el mundo "detu" que teletransporta cual nave espacial a esa galaxia que, de repente, tiene ese agujero negro en el que me quiero perder. Fuera de la zona de control todo parece un mundo, qué manía con controlar, que si eso pueden ponerse de moda las correas que amarran humanos que seguro que muchos las querrían comprar. Y en la lucha. Despierta. Dormida (aparentemente). Soñando (no molestar).
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