miércoles, 7 de mayo de 2014

Hazlo, siempre que puedas

Una vez más, dejaré a mi pluma danzar. Suavemente se desliza castigando a este papel cuyas entrañas ardieron, siendo hoy no más que triste ceniza. Bailará sobre mí para acabar tatuándome, con mi propia sangre, el perdón que mi corazón tanto ansia recibir, ese perdón que solo yo misma podría concebirme. Para de una vez por todas quedar empapada de mí. Bajo esta tinta de muerte...

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