miércoles, 4 de julio de 2012

lujuria

A veces una sonrisa puede hacerme feliz. La confianza que me transmite provoca risas y cosquilleos.
El pelo aplastado bajo el aire dirigido.
El otro, saneado, porque aunque lo prefieras largo y moreno, a mí me gusta corto y rubio...qué equivocada y qué equivocado. Tú, por tu pena, yo, por creer siquiera que podríamos como imanes del mismo polo repelernos...
A veces la vista te alegra tanto que sufres alucinaciones; no es más que eso, lujuria.
Lo bueno es que no todos los días vemos fantasmas ni es Navidad...

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